El Señor Julio, camarero y dueño del negocio es un impresentable. No entiendo como un caballero así puede regentar este tipo de negocio, es una persona antipática, maleducada y con carencias importantes en el mundo de la hostelería, ya que para la edad que aparenta,...debería saber tratar al cliente con educación y respeto. La comida es aceptable, aunque cuidado con el aperitivo que te “meten” cuando pides la bebida, te la cargan en la cuenta sin haberla pedido.Más