Como siempre, buen ambiente, buen servicio y buena comida. Lugar de referencia gastronómica en el campo de Gibraltar.

Pedimos paletilla de cordero: (tamaño ridiculo)No dire que estaba carbonizada, pero si muy muy pasada, casi quemada y muy seca. Entre lo pequeñísima que era (estoy acostumbrado a comer paletillas de cordero lechal, esa no era ni medio normal) y que estaba quemada, no tenía...carne alguna que comer. Pero lo peor es el aceite. Le habían echado un vaso de aceite por encima antes de sacarla y estaba incomestible, era todo aceite. Por supuesto no me pude comer las patatas porque el fondo del plato era todo aceite (no exagero) y todas las patatas, salvo 3 o 4 que se salvaron, estaban empapadas en aceite. La peor paletilla que me he comido nunca. 24 € o algo así era el precio. Mi mujer pidió presa ibérica. 4 filetes tan tan finos que estaban sequisimos, también. Hay crisis, pero mejor subir precios que cortar los filetes más finos para que salgan 4. Eran hebras de carne seca. Es difícil dejar una paletilla y una presa ibérica seca e incomestible, pues anoche lo bordaron. Para no repetir, y mira que habíamos ido otras veces. También pedimos croquetas, correctas, sin más. Y alcachofas fritas, que se sirvieron también con un fondo de aceite, de un vaso de aceite. Atención correcta, como siempre. Aceitunas fritas, lo mejor. Como consejo los refrescas de 200ml no sirven para una comida, eso ya no se ponen en ningún sitio. Se cobran como los de 237ml (el precio es las del tamaño 350ml, pero bueno) y tienes que pedirte varias porque es un tamaño muy insuficiente. Para eso lo hacen, pero quedan pocos sitios que pongan refrescaos de ese tamaño. Resumiendo todo muy mal.Más

Sin duda, el mejor sitio para degustar buena materia prima y un excelente trato con amigos y clientes.

Castizo, elegante, auténtico... Único. En sí el restaurante es un museo... cada rincón cuenta una historia. Su suelo hidráulico, las colecciones de espuelas y los peroles antiguos de latón y cobre... el interruptor de la luz del baño, la piedra vista de sus paredes... cada...cuidado detalle, sin olvidar los comedores privados... El servicio profesional, familiar, cercano... Ni una voz por encima de ruido ambiente, control absoluto entre los susurros de los timing, pendiente a una copa vacía y su inmediata respuesta sin pedirlo... cosas que marcan la diferencia. Sus vinos una elección más que correcta entre los grandes clásicos... Experiencia sobresaliente para los adictos a la buena cultura gastronómica De la comida que puedo decir... entre la sencillez y la osadía, un regalo a los sentidos. Probé un carabinero al horno con huevo frito, ¡que acierto!, y el Rabo de toro, el cuchillo sobraba... acompañado de verduras BABY y las patatas fritas frescas, como tiene que ser.Más

Un Lugar Impoluto con personal profesional y muy agradable, sabiendo aconsejar al cliente, tiene unas viandas estupendas que guardan relación calidad/precio, no lo conocíamos y volveremos con toda seguridad, lugar muy recomendable, es entrañable.

Buen servicio y limpieza. El género de calidad, pero para mi gusto el atún en manteca y el gallo Pedro plancha demasiado secos. Hay muchos sitios en la zona que lo hacen mejor. Lo que más me gustó el alga de guarnición. Y las aceitunas...empanadas algo que me dejó un poco loco y eso que soy de Jaén...Más

Para los que comemos fuera seis días a la semana y por toda la geografía nacional, encontrar un rincón como este, significa hallar un auténtico Templo Gastronómico. Comida tradicional, pero elaborada con personalidad propia desde los aperitivos de bienvenida (aceitunas ¡cocinadas! ) a las carnes,...no dejen de probar la paletilla ¡Exquisita!) mariscos o pescados; atún, rodaballo... pasando antes, eso sí, por un desfile perfecto de entrantes por el siempre oportuno jamón ibérico o los boquerones, el pulpo (auténtica exquisitez). NOTA IMPORTANTE: Respecto a la critica anterior y con todo respeto, quiero también dar la mía. A mi me gusta mucho lo de la bandera de España, es mi país, es mi cocina y me siento muy orgulloso de ello. Yo respeto que los restaurantes italianos pongan su bandera italiana por todas partes, cartas, manteles, servilletas... lo mismo ocurre en los famosos restaurantes de costillas y asados, todos están llenos de banderas de EE UU y no se si se han fijado también en la iconografía de los restaurantes chinos, o franceses... pero claro, una banderita de España en un restaurante español ¡eso es inadmisible!... que camino llevamos. A mi, no solo me parece bien, es que además no se que tiene eso que ver con el valor gastronómico de un restaurante.Más