Taberna que difícilmente deja indiferente al comensal porque en todas las facetas de su propuesta se aprecia la sutileza de su buen hacer. Platos en los que el protagonismo lo acapara siempre el producto de mercado y en los que se nota el respeto por...la esencia de la cocina tradicional catalana. Pizarra con sugerencias diarias en función de la disponibilidad en el mercado y la temporalidad. Todo lo que pudimos degustar estuvo de diez: Calamares a la andaluza con mayonesa de lima; Anchoas del Cantábrico con pan de coca; Tartar puro de atún rojo; Tortilla abierta con gambas; Arroz sequito con botifarra de Perol y trompetas. Todo ello en un ambiente acogedor y con un servicio impecable, así que bajo nuestra humilde opinión solo puede catalogarse como una excepcional taberna.Más