Experiencia penosa. Nos pusieron en una mesa superpequeña así que cuando llegaron los platos no cabían por falta de espacio, las bebidas allí no hubiesen podido ponerla, nos tuvieron que cambiar de mesa evidentemente porque aquello era imposible. La camarera era un punto y aparte....Una persona que trabaja de cara al público no se puede permitir esa actitud. La comida se quedó en los platos,visitamos al cocinero para decirle lo que opinabamos de la comida. En resumen UN DESASTRE.Más