Moscas a docenas en la mesa, en los platos, en las copas, en la cara…
Nos quejamos y nos dicen que no es culpa suya y que no pueden hacer nada.
Les digo que queremos ir adentro y nos dicen que está todo lleno.
Después...de insistir (justo antes de los postres) nos llevan adentro donde hay muchas mesas vacías.
Traen la cuenta y nos descuentan un arroz negro porque ellos mismos comprueban que hay más moscas en el plato que granos de arroz.
Me quejo y me dicen lo mismo: que no es culpa suya, que si fuésemos a un chiringuito de playa y se pone a llover, pues me fastidio, que las moscas van al arroz (al arroz? Estaban desde el principio!), que nadie más se ha quejado (falso), que lo que se come se paga (que no hemos podido acabar de comer!), que…
Después de varios argumentos peregrinos y absurdos del estilo, pago y me voy para no volver jamás.
Ellos se lo pierden, era un cliente habitual.Más