Dos personas. La comida, nada del otro mundo, pero la crítica no va por ahí. Tienen carta, y te la ponen encima de la mesa. Pero te dan a entender que lo interesante, el grueso de lo que te ofrecen, te lo van a contar...de viva voz. Y eso también para el vino. NO HAY CARTA DE VINOS. Y la exposición es tan prolija tan prolija, que te apabulla. Te privan del placer de decidir tranquilamente con tu compañía qué comer, qué beber y, también, fundamental, hacerte una idea de lo que te vas a pagar. Hombre, supongo que si pides el presupuesto por adelantado te lo dirán, pero no va uno a un restaurante para eso.
Me fijé yo solo, porque no nos lo indicaron, en que hay una pizarra al fondo con una enumeración de vinos, supongo que para que nadie les pueda decir que no existe carta. No se vale.
Y, fíjate, aunque todo esto yo lo encuentro muy criticable, lo malo lo peor es que el speech que te suelta el encargado de soltarlo, un verdadero especialista, te atorra, te despista, te apabulla, te anula. Una verdadera arenga.Más