Cuando la materia prima es excelente, con producto local, y se cocina con cariño, nada puede fallar. Una hamburguesa puede convertirse en el plato más gourmet del mundo. Especial mención merecen las patatas, parecen patatas fritas de bolsa pero son caseras, en el punto exacto...de sal, crujientes y tiernas a la vez. El local es pequeñito pero con mucho encanto, no reservan pero era viernes y en veinte minutos tuvimos mesa. La atención excelente. El postre riquísimo también. En fin, nos queda un poco lejos pero que volveremos lo sabe todo el mundo. Gracias.Más