Hemos comido dos veces en A Furna, porque la comida y la atención y amabilidad han sido sensacionales. El primer día probamos unos canelones rellenas de centollo para chuparse los dedos. Como platos principales lubina salvaje, con un sabor a mar impresionante, carrillera de ternera...con puré de patata con confitura de cerezas que le da un contraste buenísimo, y arroz con cochos en su tinta, ración enorme para dos, con calamares fritos por encima muy bien presentado. De postre, recomendados lo que recomienda todo el mundo, una tarta de queso como no hemos comido nunca.
Al siguiente día, fuimos con la idea de probar las cosas de la carta, y la experiencia ha sido la misma: pulpo a la brasa con tetilla, paletilla de cordero y codillo enmielado.
Recomendable 100%, no solo la comida y la presentacion, sino el trato, muchísima amabilidadMás