LLegamos a la hora del aperitivo, en la terraza de la fachada varias mesas, quizas 8, sólo 2 ocupadas, nos dicen que no podemos ocupar mesa mientras tanto no queda una desocupada y la limpien ?. esperamos y al rato se levanta una pareja recogen...y limpian la mesa, nos sentamos, consumimos unos alvariños, llegan otras personas, les dicen que no hay sitio, se van vienen otras, repiten lo anterior.
En fin no tenian ganas de trabajar, y luego se quejan.Más