A muchas ciudades del mundo se las conoce por un tipo de cocina en particular, pero Nápoles es famosa por un plato insignia: la pizza napolitana. El secreto está en la masa, que se deja fermentar durante un largo período de tiempo; en la mozzarella, que se elabora con leche de vacas (o búfalas) criadas en la región; y en los tomates San Marzano, que se cultivan en las tierras volcánicas de los alrededores del monte Vesubio. Por ello, la pizza “al estilo napolitano” que se elabora en otros lugares es una burda imitación.