Asientos apretados, precios en cabina desorbitados y comida básica. El avión no iba lleno pero el personal de abordo tardaba 10-15 minutos cuando necesitabas algo. Pedí un par de vasos de agua y me pusieron mala cara. El servicio de entretenimiento es básico y la experiencia en general es muy low cost.
Especialmente incómodo el momento de embarque en el que repitieron una y otra vez que el equipaje de mano tenía una limitación de peso de 8kg. Un macbook con su cargador, un par de libros, powerbank y el peso de la propia maleta en mi caso ya hacían 10kg (lo pesé antes de salir de casa).