Estuvimos un par de noches en família y la verdad que las sensaciones fueron un poco desiguales.
De entrada, al llegar tarde, nos recibió una camarera de restaurante que nos atendió muy bien y que de una forma muy amable nos hizo el c/in, nos acompañó a la habitación... gran primera impresión.
Como llegamos tarde, decidimos cenar allí mismo. La cena fue genial, el producto era de buena calidad, los camareros muy atentos. Todo perfecto.
Por lo que respecta a la habitación, lo cierto que imagino deben tener varias de distintas "generaciones". La nuestra tenía algunos aspectos mejorables (a/c justo encarado sobre la cama, mala insonorización con la habitación del lado, que era una comunicada, ducha estilo cabina muy reducida...), pero lo cierto es que calidad/precio es una buena opción.
Decir que al día siguiente decidimos desayunar allí mismo y, a pesar que te preparan la comida caliente que pidas, entre otros buenos detalles, lo cierto es que el buffet de desayuno no "luce" mucho y no está a la misma altura de la magnífica cena del día anterior.
Quizá pues el desayuno sería el aspecto que más les convendría trabajar, pero de todas formas es una buena elección y sin duda no me importaría repetir,