Cuando voy por Segovia es mi alojamiento. Turégano es un pueblo encantandor, con gente maravillosa y un castillo que no lo vas a encontrar más que aquí. Lo mismo para el alojamiento. Gente cercana, limpia, encantadora y cercana. Un edificio con sabor, una atención con sabor y una habitación para recordar. No lo duden.
Alojamiento encantador y comida para perder el sentido, con una gran familiaridad y profesionalidad, todo en uno. Las vistas al castillo desde algunas habitaciones y salón no tienen parangón. La calidad gastronómica prima en todos los detalles. Propietarios y trabajadores aportan la guinda para que la estancia sea satisfactoria.
He estado varias veces, ya que vivo relativamente cerca, comiendo con amigos o simplemente tomando un aperitivo. El restaurante es muy agradable y acoegedor, los platos buenos y bien servidos. Y los dueños un encanto
Tienen un restaurante en la plaza y un hotel muy cerca. Todo calidad, clásico, comida de la zona, muy buenos profesionales... siempre quedarás bien si llevas a alguien a este sitio... eso si, no es barato.
Pedimos cochinillo asado y estaba excelente...los postres de chocolate una pasada..
Trato del personal bastante bueno
El único pero es que es pequeño, con poco aforo..y el pan te lo cobran..
Calidad/precio razonable, aunque para no haber pedido nada más que una copa de cerveza por persona, un entrante para compartir y el cochinillo asado, un poco caro, 40 € por persona..
Ideal para ir con la familia en Reyes. Un hotel con muy buena atención, bastante nuevo y cómodo, sobre todo para reunirse toda la familia. Los reyes en Turégano son únicos y los niños lo disfrutan muchísimo.
