Espectacular es la palabra que mejor lo describe. Sitio pequeño y muy socilitado ,hay que reservar con tiempo y te guardan el asado que desees para que no te quedes sin el ya que sólo abren findes y festivos. Los menús que tienen están a unos precios que sorprenden pues la cantidad y la calidad de la comida es superior y no por ello su precio. Comimos judiones de la granja con matanza y cochinillo con patatas y ensalada,postres, vino, café y chupitos 50€!!( la pareja) el cochinillo muy tierno y jugoso y los judiones muy sabrosos , el personal muy atento y pendiente de que nl se quedase el asado frío... En definitiva un placer!!! Si hay que poner algún pero..... Los postres que no son nada del otro mundo pero desde luego que después de comer tan bien casi que se comen por gula. Volveremos. Hay que probar el lechazo que se veía salir del horno que tenía una pinta.....
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