Somos una familia de 4 personas que nos hemos hospedado en el hotel El Guerra y desde el primer día nos hemos sentido como de la familia recibiendo un trato excelente por parte de la dueña Ester, su hijo Miguel que es todo un profesional y los trabajadores todos muy amables y cariñosos, un 10 a la cocinera, la comida exquisita. Entorno espectacular, buenas vistas, fresquito y tranquilidad. Piscina muy bonita y agradable con agua fresquita y jacuzzi con agua calentita. Habitaciones correctas, muy amplias, muy bien equipadas y muy limpias. Tiene salón con futbolin y billar para pasar un buen rato, gimnasio. La terraza para la cena preciosa. Si venimos a Granada volveremos a este hotel sin duda, muchísimas gracias por todo.