Para los que disfrutamos de la atmósfera literaria y cultural es el sitio ideal en el tomarse una infusión mientras lees o tener una charlar con los amigos mientras os tomáis unas cervezas artesanales de las muchas que tienen en carta. La variedad de vinos tampoco está nada mal y las tapas son muy buenas.
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Fue una grata sorpresa, encontré un ambiente íntimo una decoración cuidada un trato cordial y su oferta de tes y zumos muy acertada . Tengo que volver a probar otras cosas de su carta.
La Casa con libros, refleja una casa de pueblo andaluz con estilo. Me parecía que de un momento a otro iba aparecer Yerma o la misma Bernarda Alba.
Le haría falta algo más de limpieza y en los aseos..... algo qué es lo que pone en todos sitios como peine pasta de dientes jabón sábanas que algunas camas están solo con el edredón creo que no volveré a ir por lo menos en verano puesto que en invierno ya no sé si funcionará la calefacción por lo del trato una persona excelente
El trato es excelente por parte del personal, el lugar es bonito, pero si alguna vez lo visito será para el invierno, en verano te fries por la falta de aire acondicionado, solo hay un ventilador, hay que llevarse champú, gel, cepillo y pasta dental y todo lo que otro hotel u hostal te pone a su disposición, en éste no lo hay, una pena, ya que es muy bonito, deberían de tener mas atención con éstas cositas
La Casa con Libros ofrece una experiencia de alojamiento rural extraordinaria. Por su ubicación en una bellísima y céntrica plaza junto a la iglesia de La Zubia. Por su cercanía con Granada (a 15 minutos en bus). Por el maravilloso cuidado estético de todo el espacio, desde las habitaciones a la taberna-tetería. Por su carta de tes y cervezas, y las ricas tapas que las acompañan. Por su extraordinaria biblioteca, desde la cual los libros se expanden cuidadosamente por todos los rincones de la casa. Por la fabulosa atención del equipo que regenta el espacio, impecable y detallista. Por las magníficas actividades culturales que programan, como conciertos de jazz, recitales de poesía, charlas sobre montañismo... En fin, un lugar idílico para retirarse unos días a disfrutar del descanso entre libros y montañas. No se lo pierdan!
Uno de esos sitios que nunca deberían de desaparecer.
Una casa antigua con un patio luminoso y una decoración bien cuidada.
Un lugar donde la historia te abraza como una manta caliente.
Libros, tes, comida, y alojamiento de calidad
