A mi los libros me encantan y al informarme de que habia un lugar donde disfrutárlos decidí ir hacia allí.
Mi sorpresa fue tal que el personal se mostró desatendido a sus clientes. La tarde mas lluviosa del invierno me dirijí alli para pasar un buen rato, vine de comer y me pasé a la hora que se supone que abría, las cinco en punto, la puerta estaba abierta, por lo que entré. Tras una larga espera apareció la encargada del local que en lugar de darme una cálida bienvenida, nos regañó por entrar y nos echó. Me pareció una falta de respeto que no nos dejase entrar en su local mientras abría la barra. En ese momento me encontraba como el tiempo enfadada y algo contrariada. Pero sin más dilación cogí el coche y volví a mi hogarMás
- Wifi gratuito
- Piscina