Súper tranquilo y silencioso. Muy romántico. Muy, muy limpio. La única persona del hotel que vimos, una señora, era muy amable.
Quizás lo único negativo es que es muy caro por lo que ofrece...
La comida espectacular. Recomiendo sin duda, el arroz marinero. El mejor que he comido!

Unos días de descanso y desconexión: lugar privilegiado aislado, tranquilo, sin cobertura, donde olvidar los problemas y pensar en uno mismo (y en el otro), me hizo pensar en unos versos de una canción "would you lay with me and just forget the world". La habitación muy bien decorada y con todas las comodidades. Además una tormenta de verano nos sorprendió y nos aisló más aún, si cabe, y pudimos disfrutar del ruido de la lluvia.
La atención de la propietaria fue inmejorable, atenta a nuestros gustos y necesidades, respetando en todo momento nuestra intimidad y espacio. Desde aquí quisieramos agradecerles su atención. El desayuno muy bueno (zumo de naranja natural, café, y dulce y salado).

El servicio fue excelente. La habitación era muy espaciosa y con vistas al jardín, no tenía balcón pero si una pequeña entrada con sofas. La pega fue que la bañera de hidromasaje no funcionaba. El hotel esta situado en plena naturaleza muy tranquilo para llegar hay que acceder por una camino de tierra sin asfaltar, tiene piscina. La comida del restaurante buenísima tanto la cena como el desayuno y el trato con el personal excelente. Nosotros teníamos un pack romántico, en otros hoteles por el mismo pack te dan más servicios, nos quedamos dos noches pero sólo nos entraba una cena (bebida a parte) y los desayunos.