Fácil localización y aparcamiento. Buena síntesis e integración de un jardín cuidado en un entorno rústico. Amplias instalaciones. Atención inmediata para ubicar, ofrecer cartas e información. El servicio fue muy rápido, atento, aunque hubo demasiado tiempo muerto entre el primero y el segundo plato. La carta es amplia, los menús suficientes en variedad. Los precios de la carta son normales para un restaurante de este tipo pero el de los menús ofrecen muy buena correlación si comparamos con establecimientos equivalentes. Suficiente oferta de vinos catalanes. Probamos un Penedés ecológico con muy buena correlación calidad/precio. Los platos están bien presentados y con cantidad adecuada para desgustarlos. Bien cocinados. En conjunto, merecen ese notable que puede ir a más porque tienen base para intentarlo y conseguirlo. Recomendable.