El restaurante Can Biel está en Llinars del Vallès en la ladera de una pequeña montaña, a unos pocos centenares de metros de la salida que la AP-7 tiene en Cardedeu. El entorno de la finca donde se ubica tiene algo de bucólico gracias al arbolado original (bosque mediterráneo) y al añadido posterior de una multitud de cuidados parterres, setos e incluso un pequeño estanque ornamental.
Todo lo anterior, sobre el papel, conforma un marco idóneo para que discurran con éxito comidas relacionadas con eventos y celebraciones familiares. Sin embargo, aún no he tenido el gusto de asistir a una. Por consiguiente, me ciño a comentar mi experiencia como cliente que en las últimas semanas ha acudido al establecimiento poco más de una decena de veces para saciar el apetito con su menú diario.
En el momento que opinas bien, y yo lo haré a continuación, sobre un menú diario (de martes a viernes) que costaba hace escasas semanas 14 euros (actualmente el precio está fijado en 15 euros) ya disparas cualquier valoración basada en solo dos criterios como son el de la calidad y el del precio. Sin más digresiones, paso a hablar de lo primero que le viene a la mente a todo hijo de vecino cuando piensa en un restaurante: la comida. Al mencionado menú suele precederle un platillo de aceitunas proporcionadamente aliñadas y con la correspondiente cubertería dispuesta en la mesa te añaden un panecillo, agua y vino. A continuación puedes elegir un primer plato entre cinco opciones; posteriormente, un segundo entre cuatro y para concluir, un postre entre tres. Acostumbran a variar su más que aceptable propuesta gastronómica a diario y su esmerada presentación merece un sobresaliente.
Por otro lado, el servicio es esmerado y solícito.
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