Con una relación calidad - precio difícil de superar, Can Biel ofrece un menú diario y otro de fines de semana, variados y apetitosos, con platos de una elaboración magistral y detalles que rozan la alta cocina. Situado en un marco muy acogedor, con una frondosa y cuidada vegetación, y unas pequeñas tortugas que hacen las delicias de los mas pequeños, no hay que olvidar la amabilidad de los camareros y camareras, que se desviven para que la estancia de los comensales sea lo mas placentera. Fue una sorpresa muy agradable cuando lo descubrí y desde entonces me he convertido en cliente habitual.