Hemos pasado un fin de semana fantástico en esta casita situada en un lugar idílico. Mis hijas han disfrutado con los perritos, caballos, ocas, paseos por sus senderos... de la naturaleza en definitiva... muchos planes cercanos para hacer y unos propietarios que transmiten el cariño y dedicación en todo lo que hacen. Volveremos seguro!
La casa es de cuento, cuidada al detalle.
Las vistas son increibles, desde que abres los ojos con el sonido del gallo sólo ves naturaleza.
Los niños lo han pasado genial cuidando de los animales y jugando con los 3 simpáticos perritos de la casa.
!! Hemos tenido hasta la oportunidad de ver una oca recien nacida!!
Muchas gracias, Olga, volveremos.
Saluda a Caramel, Teresa y Valentin de parte de Candela y Martín
La casa muy bien cuidada al detalle pero lo mejor está en su entorno. Naturaleza pura y los animales del caserío alrededor pastando en paz. Estuvimos 2 parejas con tres hijos de 7-5-2 años que disfrutaron recogiendo huevos de las gallinas felices y las ocas y dándoles de comer maiz a las ovejas y al potoka y jugando con 3 perrillos juguetones.Olga nos contó historias de los caseríos y sus costumbres atendiendo con delicadeza a los pequeños transmitiendo la belleza del lugar.Ideal para ir tranquilas parejas a descansar o con niños que descubrirán animales en libertad.
Inolvidable la atención y sutileza de Olga, el rico pan que nos hizo, la tortilla con huevos felices y las noches estrelladas
Es uno de esos sitios que es obligado repetir
La vivienda y el entorno inmejorables, pero sobre todo destacar el trato y la manera con la que nos han recibido y acompañado durante todo el fin de semana. Nos hemos sentido como en casa.
Los niños lo han pasado genial cuidando de los animales y jugando con los 3 simpáticos perritos de la casa.......Muchísimas gracias por todo Olga, seguro que volveremos pronto.
Nuestra experiencia en Momotegi ha sido de ensueño. . . Olga Posse Gracias por todo. Lo hemos pasado genial, ya estamos deseando volver. Un saludo desde Salamanca