Hogar de las famosas chuletas CAN-CAN. Este corte único que se le da al cerdo para obtener esta pieza de carne con su hueso es la columna vertebral de este restaurante. Sus platos son confeccionados por personas que tienen conocimiento de lo que es la comida autóctona de nuestro país. El arroz mampostero (arroz con habichuela juntos) es exquisito. El filete de res rebosado o encebollado es una compra segura. Las habichuelas (granos) que se cuecen no son los que vienen envasados. Son frescos, hervidos en el restaurante. El arroz con gandules es delicioso también. Los precios de los platos son extremadamente módicos. Es un restaurante amplio lo que les permite recibir muchos comensales. Esta localizado en la guardarraya ( frontera ) entre el pueblo de Guayanilla y Yauco. La estructura del restaurante es de madera, de puertas abiertas de par en par, donde entra un fresco anestesiante. Su techo es en tijerillas y arropa al restaurante un árbol que da una sombra y un fresco increíble. Si visita a Puerto Rico no pierda la oportunidad de visitar este restaurante. Se que me dará la razón.

Compré una oferta por Internet ya que había visitado el lugar antes. Para mi sorpresa la comida estaba exquisita y mejor que cuando había asistido anteriormente (y eso que volví porque me había encantado) El arroz, Mofongo y chuleta estaban "a otro nivel". El trato por el mesero Juan fue amable y siempre estuvo pendiente a nuestro servicio. Recomiendo el lugar!!!!

Poco personal para atender a tanta gente cuando fui, eso si el mesero muy atento la comida buena pero es algo q puedes conseguir en otro lado nada especial no me mato pero puedes ir para q no te cuenten.

Lo recomiendo al máximo la chuleta can can exquisita con un cuerito bien tostado. Y el personal súper atento. Se lo recomiendo

Al estilo de una hacienda campesina, bajo árboles y tranquilidad, este lugar es ideal para almorzar. Comida criolla, mariscos, en ambiente sencillo y familiar.