Turismo rural de excelente calidad . Alojamiento en un entorno natural idílico, la pradera junto al Ebro enfrente de la casa es un pequeño paraiso. La zona ofrece diversas posibilidades para disfrutar de unos días en contacto con la naturaleza en estado puro, bien a través de relajantes y muy bellos paseos, gozando del omnipresente y majestuoso Ebro, o bien visitando los pueblos del entorno cargados de historia, con sus bellísimas iglesias románicas, torreones, casonas blasonadas...
Las habitaciones con mucho encanto, muy cuidadas, luminosas y muy espaciosas. También merecen una muy especial mención los desayunos y las cenas, deliciosos, elaborados con materias primas en muchas ocasiones ecológicas y siempre de primera calidad, con un toque de originalidad que se sale de los estándares establecidos, ejecutadas magistralmente (zumos de sandía y melón, repostería y panadería caseras, puré de remolacha, etc...).
Y cómo no citar a los maravillosos propietarios, Valvanera y Javier, que junto a su niña Carlota, alegre y dicharachera, nos atendieron con infinita paciencia y amabilidad.
Luis y Jone