Un lugar apartado, tranquilo y precioso, con el sonido del río Ebro y los pájaros de fondo. Una cena riquísima y un desayuno muy completo. La habitación y la decoración de toda la casa, con muebles antiguos y madera por todas partes...espectacular y muy acogedora. Muy recomendable para descansar el ruido y disfrutar de los paisajes que la rodean.
- Wifi gratuito
- Restaurante