es como volver a estar con unos amigos de los de toda la vida. Hacen tan agradable la estancia que uno ya piensa en volver.Además ya tenemos nombre para nuestro nuevo perro:Chipi ,gracias a ellos y a su niña
- Wifi gratuito
- Restaurante
es como volver a estar con unos amigos de los de toda la vida. Hacen tan agradable la estancia que uno ya piensa en volver.Además ya tenemos nombre para nuestro nuevo perro:Chipi ,gracias a ellos y a su niña
Es un placer volver por tercera vez al Molino. Un gusto compartir tiempo con Valvanera, Javier, su peque y los dos guardianes de cuatro patas. El entorno, el alojamiento, la gastronomía... Simplemente, todo perfecto. Muchas gracias. Volveremos.
genial, fantástico, maravilloso, que me faltan calificativos para esta gente tan encantadora. Merece la pena quedarse unos días a descansar, disfrutar del ambiente, del sitio, de la naturaleza y aprender las muchas cosas que nos pueden enseñar estos grandes anfitriones.
Volvimos a Molino del Canto después de años de no volver por circunstancias personales, lo recordaba con cariño , y a si fué , la zona es tan maravillosa, tranquila,bella y lejos de todo, Javier, Valvanera y como no Carlota son personas cordiales, amables, naturales, las personas adecuadas para llevar un lugar como aquel, desayunos y cenas buenisimos, habitaciones muy agradables y limpias, y la experiencia de observar pájaros nos encanto, nunca lo había vivido, muy recomendable. No puedo decir nada mas que recomendarlo. Besitos sobre todo a Carlota y sus piedras pintadas. volveremos como no. Muchas gracias hasta pronto.
La amabilidad de los propietarios y la tranquilidad del entorno así como la calidad de los productos de la cena y desayuno son motivos más que suficientes para visitar este pequeño remanso de paz para los amantes de la naturaleza. Sin tele ni apenas cobertura te obliga a desconectar de las prisas de la ciudad. Imprescindible visitar el mirador del cañón del Ebro a pocos kms de distancia.
La insonorización entre habitaciones no es del todo buena y la wifi solo se pilla en el comedor. Si tienes problemas de movilidad o no sabes vivir sin cemento no es un alojamiento adecuado.
Como quien hace algo sin importancia, así, sin darse mérito, pero lo han vuelto a hacer, estos chicos son geniales, han conseguido que tanto mi mujer como yo hayamos pasado unos días deliciosos, cuidados a cuerpo de rey, habiendo disfrutado de la naturaleza y el ambiente que saben crear a su alrededor y habiendo aprendido un montón de cosas con ellos: de pájaros, de naturaleza y de muchas más cosas igualmente importantes. De nuevo gracias, Valvanera y Javier, seguid así, que lo hacéis genial, un abrazo muy fuerte y hasta pronto, porque volveremos, ¡vaya que sí!