Es nuestro viaje de novios, y no podiamos haber elegido lugar mejor. Vinya den Palerm es un oasis en el interior de una isla magica. El entorno, el cuidado de la Villa, el trato de la familia que en todo momento te hace sentir como en tu propia casa. Una piscina sensacional, salir al porche de la habitacion y admirar las vistas al campo, respirar aire puro. Levantarte por las mañanas y disfrutar de un desayuno buffet brutal, con comida tipica de la isla, y postres caseros. Hacer mencion individual a cada una de las personas: Neus, la mejor anfitriona, su forma de ser, de tratarte, su alegria, Marietta, la mama de Neus, puro amor y vitalidad, Juan, que tiene mimado el campo, sus animales, su trato espectacular. Andrea, la nueva incorporacion, una chica joven con ganazas de trabajar, un encantazo que deseamos que esté la siguiente vez que volvamos, y Ana, la chica que nos hacia la habitacion, dispuesta en todo momento a cada cosa que pudiesemos necesitar. Volveremos, está claro, 11 dias de ensueño, recomendable no un 100% si no un 200%. Os queremos porque habeis hecho de nuestra Luna de Miel, momento unico en nuestras vidas, algo inolvidable.
Si quereis conocer la otra cara de la Isla, la cara humana y preciosa, no dudeis en ningun momento en alojaros en Sa Vinya den Palerm. Tranquilidad, paz y mucho amor.