Hotel rural en mitad de la naturaleza pero a solo 1 minuto de la carretera nacional, lo que es muy cómodo para visitar la zona ( Beceite, Valderrobres, Cretas...todo a 20 minutos). La masía está muy cuidada y las cenas son excelentes y a muy buen precio (variado buffet de productos frescos y locales cocinado de forma sana y rica por Montse). La piscina es más que agradable y te permite disfrutar del jardín en las calurosas tardes de verano, mientras tomas algo del bar. La relación calidad precio es muy buena. Únicamente debe tenerse en cuenta que las habitaciones no tienen aire acondicionado, sino refrigerado por el pozo, y que la animadora infantil no aparece. Hemos estado encantados una semana. Muy recomendable.

Hemos estado en la caseta a 40ª sin Aire AC y con dos pesimos ventiladores toda una semana, por la noche era imposible dormir del calor q hacia, y como nos quejabamos todo el rato al final han optado por ignorarnos. Nos comian las moscas, limpieza pesima, y para colmo nos hemos tenido que ir un dia antes por mas dinero del que nos dijo pq anoto mal el dia. No volveré nunca. NO hemos descansado nada!!!
Y la animadora de los niños jamas aparecio, toda la zona de juegos rota y un triste columpio con abispas
Los ratos en las piscina nos salvo y la compañia insuperable.

Hemos estado una semana y la limpieza ha brillado por su ausencia, y eso que íbamos con niños pequeños. El calor en la habitación ha sido insoportable ya que el AA estaba de adorno, mantenimiento cero. No aconsejable.