Es la primera vez que opino sobre un hotel y lo hago porque para mi familia y para mi han sido las mejores con diferencia. Como todo hay que cosas que se podrían mejorar pero en general esta fenomenal.

El restaurante, no hay excesiva variedad pero tanto el desayuno como la cena están muy bien y las bebidas son gratis y la calidad esta bastante bien. Las instalaciones (apartamento muy amplio -fuimos tres niños y dos adultos-, la cocina equipada lo justo para comidas rápidas (si no sales fuera) que es de lo que se trata, piscina y bar geniales, el hotel te facilita tickets gratis para el barco que te lleva a la playa, además del trenecito, para ir a las playas (salvajes) que son espectaculares y si vas a la mas cercana podéis conocer al "gran capitán Dani". El entorno es inmejorable y se pueden hacer excursiones (Portugal, Sevilla, Palos de la Frontera.....etc.). Camareros, recepcionistas...siempre atentos y facilitándote las cosas.

MENCIÓN MUY ESPECIAL: Equipo de animación con un gran profesional a la cabeza, Rafa. Se lo curran a tope y cuando hablas con ellos te das cuenta del gran trabajo que hay detrás. ¡¡¡Seguir así chicos¡¡¡. En el miniclub, los "peques" hacen actividades de todo tipo y se lo pasan genial (es muy fácil que hagan amigos.). Actividades en la piscina para hacer un poco de ejercicio y pasar buenos ratos y los espectáculos de las noches simplemente geniales.

En fin, el año que viene queremos repetir sin duda. Gracias a todos.

Saludos de Fran, Tatiana (la que nunca había subido a un escenario) y los peques Hugo, Marco y Nacho.

Situado en un entorno impresionante, este apartahotel cuenta con unas instalaciones muy buenas, aunque le hace falta una reforma urgentemente.
Estuvimos alojados en régimen de Media Pensión, y merece la pena ya que las comidas, aunque no ponen mucha variedad, son buenas, tanto en calidad como en preparación. Lo que no me gustó en absoluto fue que había niños sueltos correteando por todo el comedor y toqueteando toda la comida y bebida. Y un grupo de jovenes franceses que iban de graciosillos dando voces y llevándose el vino por litros.
Otra pega: las tumbonas de la piscina. Desde primera hora están ocupadas con toallas y sin usarlas nadie. No es normal que pase esto y que la gente que llega a bañarse tenga que poner sus toallas en el cesped porque están todas las tumbonas "ocupadas"
La limpieza deja bastante que desear en las habitaciones- Nos quejamos en Recepción de una mesa sucia y pelos en el suelo en nuestra habitación nada más llegar y cuando nos fuimos, una semana después, la mesa seguía con la misma suciedad pegada.
En cuanto a la atención del personal, muy buena.