Hace tiempo que tendría que haber escrito esta reseña, para agradecer a Félix y Encarna, el gran fin de semana que pasé en su hotel rural. El lugar es precioso, con unas vistas espectaculares. Se encuentra alejado del núcleo urbano, perfecto para relajarse. Esto no quita que tenga buenas comunicaciones con los pueblos de alrededor.

Los dormitorios son muy amplios. Están decorados con un gran gusto y pensados para un total confort. Tienen una chimenea que calientan el dormitorio. El baño también es espacioso y muy coqueto.

Además tienen un salón donde la familia o los amigos se pueden reunir para pasar el tiempo juntos. Nosotros éramos dos parejas de amigos y cundo volvimos por la noche después de visitar Trevélez nos invitaron los dueños a ver unas fotos de su viaje a Asia. Pasamos un momento muy entretenido. Félix es un gran fotógrafo.

Por la mañana tomamos un maravilloso desayuno. Todo casero. En la mesa no faltaba ningún detalle. Nos lo servían en el mismo momento. Nos hacían las tostadas y nos calentaban la leche o el café cuando queríamos tomar la comida. El zumo estaba recién exprimido. Todo un lujo.

Por último, Félix nos recomendó un bonito sendero y un buen restaurante para comer, con toda amabilidad. La amabilidad de los dueños es maravillosa. T e hacen sentirte mejor que en casa.

El lugar tiene espacio para poder aparcar los coches.

Les doy un 10 y por supuesto, que lo recomendaría. Seguro que volveré.

Necesitaba desconectar del dia a dia y desde luego que lo consegui, pase unos dias rodeada de una belleza y paz increíbles, ademas de disfrutar de un precioso y cómodo hotel que tiene hasta el ultimo de los detalles para que te sientas como en casa, una decoración con elegancia, unos desayunos caseros y deliciosos y un trato por parte de Encarna y Felix excelente. Estoy segura de que volveré muy pronto.