Es un quiero y no puedo, excusa covid, no es un hotel de 4*, lo digo porque suelo alojarme en hoteles a menudo. La carretera de acceso está llena de agujeros, cuando llegas solo hay recepción de 16h a 20.30h el resto del día te olvidas de que haya alguien , no hacen la habitación, si quieres que la hagan debes avisar antes. El lugar en si y la situación es inmejorable pero está muy descuidado, hay muchas plantas secas , las jardineras tienen las plantas secas y los clientes las usan de cenicero, llenas de colillas (cosa que no recogen) idem de los ceniceros (en la piscina). Por la noche la iluminación es muy pobre, sobre todo en la galería donde están el grueso de habitaciones, solo una lámpara y una farola encendidas algo que le da un aspecto tétrico y eso que hay al menos 6 lámparas. Las habitaciones no tienen un acabado fino en limpieza, lámparas llenas de polvo y gran telaraña en el baño (en el caso de mi habitación a parte de 1 bombilla fundida). La piscina no tiene una sola tumbona, pregunté el motivo y todo achacado al covid, cosa que me parece absurdo pues podrían tener un bote de spray con agua y lejía y un rollo de papel para poder limpiarlo el propio cliente, así que al suelo o al borde de la piscina, los baños de la piscina cerrados. El bar solo abre a unas horas, no está abierto todo el día por lo que te ves obligado a salir a Zuheros a tomar algo ya que viendo los servicios que tiene se te quitan las ganas, solo volvíamos a la tarde para darnos un chapuzón en la magnífica piscina de agua salada que tiene (eso si deslomado en el suelo). En la zona
de desayunos hay una gran terraza con unas vistas a los olivares preciosas, pero otra vez volvemos a lo mismo, ni una sola sombrilla, no se que trabajo cuesta poner un par de ellas o tres y así desayunar en la gloria porque sino es imposible por la calor ya que el sol quema (al menos en verano). La biblioteca está cerrada, lo mismo que un salón precioso de para relajarse y los baños árabes, no entiendo el porqué pues negocios así están abiertos pongo ejemplo en Córdoba. Ahora cuento lo bueno de la hacienda: ubicación, paraje precioso, la hacienda en sí es una maravilla y personal del hotel muy amable. Cuando no tienes el personal suficiente las cosas se van deteriorando y el paso del tiempo hace el resto. La excusa del covid no convence pues reitero que he estado en verano en tres hoteles de playa y todo perfecto y dando buenos servicios. Una pena que a un lugar tan pintoresco no le saquen partida y más cuando el turismo ha asaltado el interior en lugar de la playa. Esta es una crítica real que solo denuncia el "abandono" de la hacienda, ves una cosa en la web que te ilusiona y cuando llegas te decepciona. No me importaría repetir siempre y cuando servicios y lugar sean de un 4* real.