Junto con mi novio, pasamos una semana en la hermosisima Casona La Chiquita; fue una estadía perfecta. La casona es muy grande, tiene muchos espacios que uno puede aprovechar, tanto al aire libre como en una galería muy amplia con sillones, sillas y mesas. Asimismo cuenta con pileta y cancha de pádel. Elegimos la habitación “Antonina”, estaba cuidada y pensada en cada detalles; fue muy cómodo tener dos zapatillas cerca de cada mesa de luz, calefacción por radiadores, mosquiteros en cada ventana que había (que uno también podía abrir) pava eléctrica con té, café, edulcorante, azúcar, vasos y tazas. Armarios que ocupaban 2 paredes de la misma con mucho espacio y de diferente distribución; tenía cajoneras, zapatero y espacio de abrigos, etc. También teníamos un smart TV y un balcón que daba al jardín con una mesita y dos sillitas. El establecimiento nos brindó toallas limpias y limpieza de la habitación diaria. Asimismo cuenta con desayuno disponible desde 8:30 a 10:30; con café, té, chocolate, jugo de naranja exprimido, mermeladas caseras, yogurts caseros (deliciosos es poco decir !) granola, avena, frutos secos, mediaslunas, pan para tostar, jamón, queso y frutas.
La dueña es un amor y hasta nos aconsejo sobre cómo organizar nuestro viaje. La casona es atendida por su casera, Beatriz, hermosa persona que está siempre a disposición para lo que sea que se necesite.
Realmente si quieren ir a relajarse la casona La Chiquita ES su lugar.