Un hotel con mucho encanto. Se nota que está todo calculado al detalle.
La cena con producto de temporada y de la zona es insuperable. El único detalle que no me pareció adecuado fue que al ir con un pack de media pensión (era un regalo de unos amigos) al elegir en la cena el menú, tras escoger los platos la camarera volvió para indicarnos que uno de ellos tenía un suplemento de 5€, y preguntarnos "¿está bien eso para ustedes?" ¿?. No debe ser algo habitual porque luego se disculpó por no tener claro el menú pero me llamó la atención. Además el ciervo bien lo valía, pero el detalle no es bueno.
Un menú con ensaladas, ternera, ciervo...y el vino calidad precio estaba bien, cuentan con una bodega de calidad.
El SPA es pequeñito pero con mucho encanto.
El desayuno también muy bien, de nuevo productos de la zona y también de calidad.

El personal de este hotel, la villa en sí, la comida del restaurante, las vistas desde su sala de estar junto a la chimenea... Todo, absolutamente todo es inmejorable en este hotel.

El personal es muy educado y servicial, siempre con un trato muy cercano.
Las habitaciones son muy cómodas y bonitas, puesto que todo aquí es de madera.

Los atardeceres son espectaculares desde cualquier balcón hacia el oeste o desde la sala de estar.

No se me ocurre nada para mejorar o mencionar negativamente de este lugar.
Simplemente, espectacular.

Fdo.: Beauty Hikers.