Mi pareja y yo nos hemos alojado una semana en este increíble hotel familiar de montaña de 4* pero nosotros le ponemos un 10*. La mayor puntuación, sin duda alguna es para todo el equipo que trabaja en Viñas Lárrede, nuestro más sincera gratitud a cada una y uno de ellos; Limpieza: Inma, Claudia, Ionela y Fina. Cocina: Alicia, David, Pilar, Toni, Javi, Jonatan y Sofía. Servicio comedor: Pilar, Ana, Joaquín, Alberto, David y Víctor. Recepción: Ma. Jesús, Andrea, Aitor y Arturo. Cabe decir, que aparte de su trabajo, tanto les ves hacer de jardineros, como de mantenimiento, chicos y chicas para todo, y que entre todos lo hacen todo. El trato ha sido inmejorable, y se merecen todo el respeto del mundo, que ciertamente más de un cliente no les ha dado. Creo que debería haber un gran cartel en la entrada del hotel que anunciara "clientes pedantes y mal educados no se admiten". Gracias al universo, eran una minoría. Anotación importante: El hotel esta ubicado en medio de plena naturaleza, en donde también hay una pequeña iglesia que da las campanadas cada hora, por lo tanto no apto para personas no amantes de la naturaleza en toda su plenitud. Sin duda, volveremos, mil gracias de nuevo, sin vosotros, equipo de Viñas Lárrede no sería posible ¡Abrazo enorme!
Albina y Eloi