Pasamos unos días en junio en Gran Canaria y queríamos conocer el norte huyendo un poco de la parte turística y no nos equivocamos. Desde la casa se visita la parte más verde de la isla y la más auténtica. Comimos las papas arrugadas, unos quesos riquísimos y siempre muy bien a cualquier parte que fuéramos. Muchas gracias a Goyi que es una anfitriona excepcional. Tal vez un día volveremos.