El viaje en lancha tarda 40 minutos y es algo que realmente hay que disfrutar porque se pueden ver desde casas indígenas hasta mansiones cerca de la costa.
Es un hotel pequeño pero el personal es muy atento y amable. La atención es muy personalizada y por eso los grupos son pequeños. Parte del personal son nativos de la región y es muy bueno saber que la personas de la zona se ven beneficiadas. Mantienen el lugar muy limpio y ordenado. Da gusto estar allí.
Yo fui con mi novio y cuando llegamos nos recibieron con un coctel de bienvenida y bocadillos. La comida es deliciosa, los desayunos personalizados, el chef es muy chineador, nos consentía con todo lo que podía, y si alguien era alérgico a algún producto el preparaba un plato alternativo.
Ver los amaneceres es algo encantador, el paisaje es bellísimo. Los colores son vibrantes, muy intensos. Hacer snorkel, kayak o nadar es lindísimo. Ver los corales, los peces, delfines, estrellas de mar, pulpo, manta raya, y cuanto otro animal marino de la zona es algo exuberante y lleno de emoción.
So lo que busca es alejarse del ruido diario, de la casa, del trabajo, de la ciudad este es el lugar que debe visitar. A mi me produjo mucha paz.
También hay señal satelital de Tv e internet, por si necesita comunicarse con el mundo exterior.