Acabamos de volver de este fabuloso destino. La verdad es que faltan las palabras para describir lo increíble de este lugar. Después de visitar Maupiti, Bora Bora y Moorea sinceramente no esperábamos nada mejor. No obstante, no podíamos creerlo cuando llegamos a la propiedad. El tiempo a pesar de haber ido en época de lluvias, siempre estuvo soleado y con cielo azul. La condición climática fue importante porque ver este destino con el clima al 100% confirma lo que las postales, revistas y documentales muestran de la Polinesia. Nosotros encontramos este lugar a través del Google Earth ya que vimos que era una isla privada como lo indica el nombre del hotel en medio de la nada y se veía el entorno espectacular.
El snorkeling a pasaos del hotel es inmejorable, miles de peces de todas las especies en un mismo lugar. Windsurf, equipo de sknorkel, kayak, paddle boards, golf, badminton, volleyball todo incluido y a disposición inmediata.
El hotel destaca ampliamente su ubicación (totalmente privada), su atención (inmejorable la atención de toda la gente que contribuye en la experiencia) y excelente calidad de alimentos (langosta, pato, foie gras, cordero, atun, etc..). Las habitaciones podrían ser mejores en cuanto a estar totalmente selladas por un tema de conservar el aire acondicionado y evitar bichos. No obstante, las vistas que se tienen desde ahí desde sus terrazas privadas son lo mejor que tienen.
Muchas gracias por la experiencia y estaremos de vuelta pronto.
Blanca y Fernando