La casa está preciosamente decorada y con unas instalaciones de jacuzzi y piscina fantasticas, pero lo mejor de todo es el trato de los anfitriones Pepe y Merche.
Son exquisitos en el trato, están pendientes todo el tiempo de lo que puedas necesitar y a la vez no te hacen sentirte como un extraño en su casa.
De seguro, si vuelvo a San José, repetiré. Si teneis mascostas tienen paciencia con ellas y les daran tanto cariño como le han dado a nuestra pequeña Minnie.