Precio menu:15 euros.
Ubicacion excelente, en el centro del pueblo de Pont de Suert, junto a la iglesia, en la N 230.
Fuimos mi mujer y mi niña de 3 años, el trato del servicio es correcto que no quierde decir amable ni desagradable, solo correcto.
Nos sentamos junto al radiador que hay en el restaurante pero aún así no logramos en la hora que estuvimos dentro quitarnos el frio, yo estube apunto de ponerme otra vez la chaqueta.
Mi mujer y yo tomamos esparragos con salsa romesco ( 5 esparragos, frios son sal maldon y romesco en el plato ) a pesar de estar frios estaban bien. De segundo pedimos langoniza esparramada ( creo que este era el nombre ) que basicamente se trataba de un trozo de langoniza cortada a trozos y bañada con salsa, de acompañamiento patatas fritas.
Mi niña de primero tomo consome de verduras y pollo acompañado con patatats fritas.
Los postres aceptables.
No tomamos cafés.
Creo que si los esparragos fuesen junto a las patatas el acompañamiento de la langoniza el resultado hubiese sido mejor.
Poca comida
Lugar frio sin ningun encanto.
precio caro por la calidad y la cantidad de comida.
No regresaremos
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