¡Me encantó quedarme en El Molino!
Delicioso llegar a este escondite en medio de los montes y el campo fantástico.
Me sentí como en casa propia, todo tan cómodo y fácil, una chimenea abrigadora para quedarse disfrutando horas. Hermosas vistas de todas las ventanas y mucho silencio. Regresaría una y otra vez, siempre me faltan días para pasear, sitio maravilla!