Estuvimos allí por primera vez en marzo. La casa superbonita, de construcción tradicional almeriense y en pleno casco antiguo de Níjar. Muy limpia y acogedora. La propietaria, Teresa, nos atendió estupendamente, recomendándonos las mejores playas y rutas por el cabo de gata.
La desconexión fue absoluta y nos gustó tanto que decidimos repetir en mayo.
No está situada "en primera línea de playa", pero puedes llegar a la mayoría de calas y lugares de interés del cabo de gata en menos de 30 minutos en coche. Almería también queda cerca.
¡Repetiremos seguro este año!