El lugar es inmejorable, el paisaje, el entorno son ideales, ya que al ser un pueblo pequeñito estas rodeado de colinas y valles encantadores, cerca hay un pequeño riachuelo y varias rutas totalmente tranquilas y maravillosas, incluida una bodega y una ermita que pueden ser el final de alguna de ellas. Cerca se encuentran con muy buena comunicación el Parque de Cabañeros, el Pantano del Vicario y muchos otros parajes mas conocidos como las Tablas de Daimiel, las Lagunas de Ruidera etc,. De todas maneras si lo que se busca es una estancia tranquila la casa con su gran jardín y su patio y la posibilidad de encender la chimenea y de cocinar en el horno de piedra también aseguran un plan perfecto. Javier,el dueño, simpático y entrañable como pocos esta en todo y te facilita enormemente la estancia, puedes contar con el para lo que quieras. ¿Para no pensárselo y volver y aconsejarlo a los conocidos!
Amplia, muy limpia, con dotación completa. Enorme jardín. Trato estupendo del propietario, que te informa de todo lo interesante a visitar en la zona.