Hemos comido 8 personas, previa reserva (fin de semana), si quieres asado hay que decirlo. Un salón amplio y diáfano, con techos altos muy cómodo.
Ambiente tranquilo, trato exquisito y profesional, las recomendaciones que te hace el maitre y dueño fueron muy acertadas.
Menús y carta, pedimos de entrantes tartar de atún (sabor cebolla algo picante pero sabroso), revuelto de boletus con gambones y parrillada de verduras. Raciones de buen tamaño.
De segundo asado de cordero con patatas, en su punto, piel crujiente y mucho sabor.
De postre, torrija con helado de turrón, recomendación de maitre y dueño, que tenía un sabor muy ligero y esponjoso, muy bueno.
En resumen, un lugar muy recomendable tanto en instalaciones, personal y comida. La próxima vez pediremos ensalada de atún en escabeche y pimientos rellenos que tenían muy buena pinta.