De camino a Lerín y teniendo que parar para comer la suerte nos sorprendió. La comida increíble, casera, y la sobremesa mejor. Los dueños nos contaron la historia del lugar y de los personajes que por allí pasaron. El lugar es muy bonito y comer en un BIC donde además se hospedó Camilo José Cela quedará en nuestro recuerdo para siempre.
Con idea de ir a ver los campos de lavanda de Brihuega, dimos con El Salero.
No ha podido ser más acertada la elección.
El hotel muy bonito, lleno de detalles, la habitación igual.
El desayuno fantástico y muy completo, en las antiguas caballerizas de la casa.
Por último el trato de los dueños impecable.
Volveremos a dormir o a comer al restaurante.
¿Buey que es vaca? ¿vaca que es buey? (Que no engañen hombre) Incorrecta conservación/presentación de las piezas (hay que lavarlas y secarlas de la sangre que queda al sacarlas del vacío. Si no, dan ese olor tan fuerte
Estuve en el restaurante. Menú muy rico y abundante. Casi no lo pude acabar. Todo muy limpio, muy profesionales. Excelente relacion, calidad-precio. El menu de diario nos costó 11 €.
Me enseñaron el hotel y me pareció muy acogedor. Decorado con muy buen gusto.
El camarero muy simpático y los dueños también.
Merece la pena desviarse un kilómetro. Volveremos
Nos encontrabamos visitando Torija y saliendo del Castillo, coincidimos con la propietaria de El Salero que nos acompañó en una mini visita por la localidad hasta su establecimiento, donde estabamos pensando comer después de su oferta y su amabilidad.
La verdad fue todo una sorpresa comprobar lo bien decorado, con ambiente agradable y buen servicio que encontramos allí.
Tenían menú de 3 platos primeros y segundos y después una carta super completa de carnes, pescados, platos de casa o de la zona y unos postres excepcionales por lo que pudimos comprobar.
Precio/calidad muy adecuado.
El servicio correcto y profesional.
Las opciones y alternativas buenas propuestas.
Después estuvimos charlando otra vez con la dueña que nos enseñó las habitaciones de su hotel y comprobamos también lo confortables que parecían. Y nos acabo dando otras indicaciones para que no nos perdierámos el resto de encanto de Torija.
Gracias por todo.
Fue un encuentro fantástico, inolvidable, así como el cariño que se tiene a su negocio y a todo lo relacionado con el señor Cela.
Recomendable cien por cien. Ya sólo por conocer a su fantástica propietaria.
