El hotel es hermoso, grande, tiene varias piscinas,sus habitaciones son maravillosas, tipo suit, Excelente servicio en todos los espacios el restaurante es maravilloso tiene personal muy cálido como Pamela, una colombiana que nos atendió en el restaurante en nuestros desayunos y es muy profesional pero sobre todo un amor de persona, la cortesía y amabilidad del personal en general es genial es un plus y hacen que la experiencia sea maravillosa ya que te hacen sentir como en casa, es un lugar sumamente tranquilo, cómodo, ofrece diversas actividades para las familias y los niños ha y la playa sin duda una de las más hermosas y tranquilas..en general 10/10

Fue mi segunda vez y y para mi decepción ya no era como hace 10 años. Bajó mucho mi opinión con respecto al hotel. Me dieron una habitación que daba a la avenida y el ruido era insoportable. y era simplemente imposible dormir.Fui a preguntar por un posible cambio y me atendió una empleada muy desagradable y sin ganas de ayudarme y a pesar de ser temporada baja y con el hotel no muy lleno, ni se fijó y sin mirarme a la cara siquiera me dijo que no habia otro habitación disponible,
El desayuno tambíen bajó la calidad pero lo peor era e trato de la gente de recepción en el check in y cada vez que me acerqué por algún asunto: desagradables y poco amigables y sin ganas de trabajar(lo peor del hotel). Una pena.
Debo destacar que las camas y almohadas son muy cómodas y la playa y ubicacíón son excepcionales.
Si el personal fuera menos hostil le daría 3 o 4 estrellas.

Tiene instalaciones cómodas y funcionales para el viajero.
La atención en la playa también hay que destacar.
Hay que felicitar a Eric, que es un buen anfitrión.
Suministrando reposeras para disfrutar de un día de playa.
Iris fue muy cordial en su atención en la limpieza de la habitación.