Está emplazado en un lugar que permite que todas las habitaciones tengan vista al mar. Éstas son amplias, y con mobiliario moderno. El baño es completo (salvo bidet) Las piscinas son limpias, hay hidromasaje, y pileta de niños. Tiene varios restaurantes en donde hay muchos horarios para comer y una carta bastante variada. El vino es de calidad (había algunas bodegas argentinas) así como también el champagne. La limpieza de las habitaciones fue muy buena así como la atención de todo el personal del hotel. Tiene dos playas con reposteras y sombrillas y también acceso a un mirador histórico. Hay una pequeña cafetería, un stand para reservar excursiones, y una tienda con artículos variados. La ubicación del hotel es muy buena porque caminando se accede a la playa de Drill Hall, que está contigua. Asimismo, saliendo del hotel se encuentra a 200 metros Pebbles Beach y caminando bastante más (un kilómetro aproximadamente) está Carslile Bay con varias playas para disfrutar.