El 14 de febrero decidimos visitar este majestuoso hotel, me sorprendí pq los precios no estaban como yo esperaba, las oferta estaba en muy buen precio y en correspondencia con la calidad. Buen servicio, cena inmejorable, vinos muy buenos y una de las mejores vistas, tiene además dos bares en el segundo piso q además d ser muy elegantes y tranquilos proponen buena variedad con ambiente acogedor. Es un lugar q hay q visitar, dentro posee una de las mejores vistas, tanto q el q no la quería, se enamora de esta ciudad.