Estuvimos alojados en la Bamboo Villa de Stonefield durante nuestra luna de miel. La villa era amplia, estaba bien cuidada y tenía unas vistas fantásticas al Petit Piton y al océano. La intimidad era regular; si la gente que había en el Fragipani se acercaba mucho al filo de su piscina, podían ver nuestra poza, y desde la pasarela de debajo se veía nuestro porche. Todo el mundo en Stonefield era muy amable y servicial.
Hicimos la mayoría de nuestras comidas en el Mango Tree y nos quedamos encantados.
En conjunto fue una expereincia fantástica.

Cuatro personas (2 parejas) pasamos aquí una semana a finales de julio. ¡Qué sitio tan bonito! He viajado mucho por todo el mundo y pocos sitios cuentan con un entorno tan magnífico. Te encuentras en una ladera de cara al océano, al lado de una de las "Pitons", que son unas montañas increíbles que sobresalen de la costa tropical. Todas las mañanas con mi café me dedicaba simplemente a contemplarlo todo.

El hotel (como toda Santa Lucía) es de algún modo caro, pero merece la pena. Las villas tienen cocinas y vistas al océano, no cuentan con aire acondicionado, pero la verdad es que no lo necesitas. Hay bichos, pero no fueron un gran problema. La comida es buena si la eliges con prudencia. Cíñete a los "favoritos" del menú. El personal era agradable y eficiente. Me volvería a alojar aquí de nuevo.

La zona en sí es el sitio perfecto donde estar en la isla. Nos la recorrimos completamente en coche y no hay mucho que ver en otras partes de ella, a no ser que quieras pasarte por el complejo "Sandals" al norte en Castries. Soufriere (la ciudad) es un poco dudosa para que los turistas paseen por ella porque hay gente en la calle pidiendo limosna. Pero cerca hay un par de playas maravillosas y sitios donde bucear.

El mejor sitio donde estar en Santa Lucía. La mejor combinación de encanto local, comida y bebida extraordinaria y razonable, y una propiedad impecable con todas las comodidades que uno puede necesitar a la hora de alojarse en este paraíso tropical (no hay airea condicionado, ¡pero no lo necesitas, sopla una brisa constante y refrescante!)
Asegúrate de que disfrutas de la puesta de sol desde la piscina con un "Stonefield Dream" (un combinado que ofrecen en el bar).
Es un complejo muy privado y de calidad operado por una familia de la localidad. Las casitas tienen todo lo que se puede desear - una piscina, vistas, etc. Estuvimos alojados en la Tamarind y nos encantaría volver. Las vistas desde la hamaca eran una preciosidad, ya fuese al caer el sol o al amanecer.
La única parte difícil y no del todo razonable (en cuanto a precios) era el transporte. Ponte en contacto con "Big Dave", el servicio de taxis (el recepcionista del hotel llamará por tí) y negocia excursiones con él - tiene un pequeño vehículo tipo jeep nuevo y reluciente y te mostrará los alrededores. Nos encantó la excursión a ver las plantaciones de coco y de piña. Lo mejor era poder ir andando a una playita que estaba fenomenal al pie de la colina - allí te encontrarás con Peter y su barco (el taxi acuático)- negocia la tarifa y te llevará a buenos sitios donde hacer submarinismo, etc. Hay unos cuantos sitios donde ir de excursión caminando - uno al que es fácil llegar (son 20 minutos de excursión) es el de las cataratas. Nosotros nos pasamos allí una semana y fue la cantidad de tiempo perfecta para explorar y disfrutar de la zona.