Paseando por la hermosa region, en este caso visitando Pubol, nos encontramos con este simple restaurant de carretera pero con una cocina local extraordinaria, por su gusto y abundancia. Era increible mirar las diferentes delicias que en otras mesas eran servidas tambien. La atencion fue calida y eficaz y los precios, por lo que llaman menu del trabajador o menu ocurrante ( dos platos, vino- 1litro-, y postre) por solo 10 euros . Una experiencia que vale la pena altamente disfrutar.
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