Me decepcionó mucho este hotel. Una noche había un grupo de borrachos que estuvieron cantando y gritando en la zona de la alberca hasta la medianoche. Imposible descansar así. -El reglamente del hotel dice que después de las 10.30pm se pide silencio, pero nadie lo cumple.
La alberca es mucho más pequeña y sucia de lo que pensé. Nos tocó ver gente comiendo pizza dentro de la alberca y bebiendo. Cada familia puede llevar su bocina y poner su música a todo volumen.
Los cuartos son amplios, pero las camas tienen los colchones vencidos. La regadera es vieja, sale un chorrito y le falta limpieza al cuarto de baño.
Contratamos un tour en el hotel y estuvo muy caro y desorganizado. (recomiendo contratar directamente en la cooperativa de la marina).
En definitiva, no quedé contenta. No me volvería a hospedar aquí.

El hotel es bonito, céntrico pero hay varias áreas de oportunidad. El desayuno es la primera de ellas, estaba incluido pero todos los días era lo mismo, sin chiste ni sal siquiera, la atención de las meseras mala, con excepción de un mesero de ojos verdes muy risueño. La atención en recepción tampoco es amable. El colchón de nuestra cama ya toca cambiarlo, se sumía de un lado, mi esposo casi se cae.
Las habitaciones suite familiar son muy espaciosas y que tengan cocineta también ayuda. La alberca es chiquita pero estuvimos muy bien, ayudó que fuimos en temporada baja.

Estoy encantada con el desayuno hecho por el Chef Ramiro, muy muy rico todo, agradable lugar y con todas las medidas de sanidad, además un excelente servicio por parte de Pilar.
Muy recomendable.

Muchas gracias 💖